Con más de 8 décadas encima Eduardo no pierde las mañas, trabaja en el sector administrativo de una empresa de tecnología, sigue la campaña de su querido Boca Juniors pese a los recientes malos tragos que le dio el plantel y veranea religiosamente en su casita de Villa Gesell junto a Elva, la mujer con la que comparte su vida desde que tiene 15 años.
Estos rasgos nos ayudan a entender a un señor que no se cansa y mucho menos deja que la sociedad lo convensa de que no sirve para nada, cuando en realidad tiene mucho que dar. El sexo va por la misma línea y es un tema que el señor Martínez no tiene ningún problema en tratar.
- ¿Qué lugar tiene el sexo en su vida hoy?
- Honestamente, mucho. Me gusta practicarlo, hablarlo, inclusive te acepto que, cada tanto, si engancho alguna escena zafada en al tele la miro con entusiasmo. Es fue así hoy y siempre, desde que exploré mi sexualidad no tuve ningún tipo de remordimiento al respecto.
- ¿Siente que con el paso del tiempo el deseo disminuye o más bien, aumenta?
Ni disminuir, ni aumentar. Con el paso del tiempo uno va aprendiendo algunos trucos pero las ganas son las de siempre. Yo me sigo calentando como cuando era un pendejo y veía minas pasar por la cuadra de mi casa, hasta el día de hoy que veo a mi señora y me sigue causando lo mismo que desde que era un adolescente. Esas cosas no se pierden cuando son verdaderas.
- El día de hoy, ¿Cuánto tiempo le da al sexo en la semana?
- El mayor espacio posible. No tengo una rutina pero si puedo todos los días, bienvenido sea. Varia mucho según los ánimos en conjunto y los particulares de cada uno, fijate que 81 pirulos no vienen solos y 64 en pareja mucho menos.
- Con ese ritmo ¿Nunca sufrió una disfunción?
- Obviamente. Si sos viejo te cansás más rápido cuando trabajás, caminás y también cuando tenés sexo. Pero no por eso dejás de hacerlo, es una cuestión de saber que límites tiene uno y respetarlos. Tampoco es que la cosa murió, solamente hubo veces que no tuvo ganas (risas).
- ¿Probó Viagra?
- Me lo recomendaron y hasta lo llegué a hablar con mi médico. Juro que hasta el día de la fecha no. Es algo que tengo en mente para cuando el cuerpo me diga que no, pero por el momento no me hace ninguna falta.
- ¿Qué le gusta en la cama Eduardo?
- No soy muy rebuscado, es más, te diría que soy un romántico. No hay nada mas sensual que estar en bolas con la misma mujer durante años y besarle la nuca como si fuera la primera vez. Después de eso todo lo que pueda pasar en un dormitorio creo que me lo guardo para nosotros, pero no te creas que es muy diferente a lo que hacés vos o cualquiera.
- ¿Tuvo alguna fantasía en particular?¿La pudo cumplir?
- (varias risas) Si. Siempre quise hacerlo en la ruta y en una escapada que hicimos a Tándil con mi señora hace ya unos cuantos años atrás pudimos lograrlo. Es gracioso, por que uno siempre tuvo ganas de hacerlo ¡Pero en el momento está totalmente cagado en las patas! Cálculo que eso forma parte de que sea una fantasía.
- Al hablar tan libre del tema ¿Siente que la sociedad tiene prejuicios?
- Me ha pasado en reuniones familiares que mis hijas me callen o se sonrojen cuando hablo del asunto delante de mis nietos. Pero la verdad que no entiendo por qué, el sexo es vida y es familia ¿Por qué no hablarlo libremente?
- ¿Lo han tildado con el horrible apodo “viejo verde”?
- No. Creo que hay una enorme diferencia entre ser un pasional con la sexualidad a andar espiando señoritas por ahí. No te voy a mentir, me gusta admirar la belleza de una chica pero no por eso le voy a andar diciendo guarangadas.
- Para cerrar, ¿Qué le recomienda a los jóvenes para que vivan una vida sexual plena?
- Que nunca dejen el tema de lado. Que lo discutan, lo realicen, lo experimenten, lo mejoren y nunca le tengan miedo. Eso si, nunca faltandolé el respeto a sus parejas. Después de eso en la cama no hay grandes consejos ni secretos. Es coger y nada más.
FACUNDO MICHAEL SOLER
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